El elevador telescópico Mini Agri recupera el esplendor de una antigua joya de la ingeniería suiza

El elevador telescópico agrícola Mini Agri 26 de Dieci fue el protagonista indiscutible de los trabajos de renovación a gran altitud de la línea ferroviaria suiza Brienz-Rothorn, que conecta Brienz, a orillas del lago homónimo, con la cima del monte Rothorn, a 2.244 metros de altura en el Oberland bernés.
Con un valor total de las infraestructuras de alrededor de cuatro millones y medio de francos, el trabajo de ingeniería fue posible gracias al uso del Mini Agri 26, diseñado para adaptarse perfectamente a espacios estrechos y difíciles. Dotado de extrema versatilidad y óptima maniobrabilidad, este elevador telescópico demostró ser especialmente útil en el mantenimiento de los túneles y muros de contención, en el transporte de materiales y en la manipulación de la grava del balasto, mientras que el excelente aislamiento térmico y acústico y el sistema de climatización potenciado resultaron ser ideales para realizar las operaciones de limpieza de la nieve acumulada en las vías durante el invierno.

En concreto, este elevador telescópico se eligió por tres características principales:

  • Dimensiones reducidas
  • Prestaciones
  • Potencia del motor

Las cifras de la leyenda 

Veamos en detalle cuáles son las características técnicas del modelo, empezando, precisamente, por las dimensiones reducidas gracias a las cuales el Mini Agri 26 pudo entrar en los estrechos túneles y poner a prueba sus prestaciones “todoterreno”. 

De hecho, cabe destacar la capacidad de carga máxima de 2.600 kg y la flexibilidad, garantizada por la amplia gama de accesorios suministrados, como la pala y la cesta, así como los ganchos de elevación, las pinzas de diferente tipo, las palas de excavación y de áridos y los cabrestantes. 

Por último, pero no menos importante, el innovador DSCS (Double Skin Composite System), un material compuesto ultraligero, fabricado por el Centro de Investigación y Desarrollo Dieci, que se utiliza en la puerta de la cabina y que ha contribuido a aligerar considerablemente el elevador telescópico Dieci, a la vez que ha mejorado sus prestaciones y ha aumentado de forma notable el aislamiento térmico y acústico, lo que garantiza el máximo confort y habitabilidad de la cabina, homologada según la norma ROPS – FOPS.

Los trabajos de renovación 

Estas son las cifras que han certificado el éxito del elevador telescópico en la delicada y valiente misión en el ferrocarril Brienz-Rothorn y que ha implicado la renovación de 7,6 km de trazado ferroviario suizo, con sus 2.244 metros de altitud en la estación de llegada y una pendiente de hasta un 25 %, en uno de los paisajes más increíbles y únicos del mundo. Realizados en condiciones extremas por personal motivado y altamente cualificado, los trabajos implicaron a un total de 30 personas, en más de 100 turnos diurnos y nocturnos, que se alternaron en el transporte y la instalación de 1.750 traviesas, 440 tramos de rieles, 2.200 metros cúbicos de lastre y 3.600 toneladas de diversos materiales.

Un éxito que pasará a la historia del desarrollo económico y turístico de Suiza

El peso relativamente bajo, la alta flexibilidad y la precisión del movimiento fueron las claves del éxito del elevador telescópico Dieci, muy apreciado por el director de la Brienz-Rothorn-Bahn, Simon Koller, quien en una entrevista afirmó que “pasarán otros ochenta años antes de la próxima gran revisión general”.
Una vez terminadas las obras, la línea ferroviaria suiza volvió a funcionar a pleno ritmo, para mayor satisfacción de los usuarios y de la dirección. Instalado en un entorno que es una gran joya natural, este tren inaugurado en 1892, pequeña joya de la ingeniería suiza, es también un recurso económico precioso, dado que solo en verano de 2018 la Brienz-Rothorn-Bahn transportó a más de 160.000 visitantes a la montaña. Durante 130 años, en el período de mayo a octubre, las resoplantes locomotoras de vapor han empujado vagones llenos de turistas por las laderas de la montaña, hasta la estación superior, que también sirve de hotel-restaurante y desde la que parte una densa red de senderos, con una vista impresionante del lago y 693 picos de los Alpes. 

Además de su uso tradicional en el campo agrícola, en esta ocasión el elevador telescópico Mini Agri 26 también ha contribuido a la protección del medioambiente y al desarrollo económico y turístico de Suiza: a señalar, por último, que el ferrocarril Brienz-Rothorn es uno de los treinta ferrocarriles de cremallera que todavía funcionan en el mundo, de los cuales diecisiete están en el país helvético.