¡Un Agri Max MARINO!
Noruego es sinónimo de marinero: desde los tiempos de los vikingos, los noruegos siempre han surcado los mares y, todavía hoy, siguen haciéndolo en su tiempo libre. Sin duda alguna, tienen la ventaja de disponer de 21.000 km de costas accidentadas en las que es posible navegar por sus innumerables fiordos y por sus típicos escollos… Contrariamente a lo que se podría pensar, el clima en la costa noruega no es frío como en el interior del país: la corriente del Golfo, al pasar por delante de sus costas, calienta las aguas y mantiene las temperaturas medias invernales por encima de los cero grados, incluso en algunas zonas situadas al norte del círculo polar ártico. Pero hay un inconveniente: a menudo, entre otoño y principios de invierno, el aire helado procedente del interior del país se encuentra con el aire marino, más cálido y húmedo, y provoca violentas tormentas que afectan toda la costa. Por esto, durante estas estaciones, se suelen reparar las embarcaciones, bajo cubierto y en seco. Se hace también aquí, en Dypedal (casi en la frontera con Suecia), cerca de Vesterøy, al sur de Oslo, donde trabaja el Hvaler Marinesenter, un centro especializado en el mantenimiento y la custodia de embarcaciones de pesca y de estupendos yates con los cuales los noruegos de hoy navegan satisfaciendo su amor por el mar. Durante el periodo invernal, cuando no es posible navegar, los yates del puerto local se varan mediante una rampa ubicada en el centro y se guardan en una nave especial en la que se efectúa el mantenimiento y en la que pasarán el invierno, hasta que llegue primavera y se boten de nuevo al mar. Para varar las embarcaciones se utiliza un carro especial, capaz de soportar cascos de hasta 47 toneladas, arrastrado por un Agri Max 65.8 VS Evo2, suministrado a Hvaler Marinesenter por Trucktech AS, el distribuidor noruego de Dieci. El Agri Max es la máquina ideal para este tipo de trabajo gracias a los 103 kW de potencia de su motor FPT Stage3b/Tier4i, y, sobre todo, gracias al pedal de marcha lenta, que permite que la máquina avance lentamente, incluso con el motor a pleno régimen: durante el varado, la embarcación debe colocarse con cuidado sobre los soportes del carro, mientras el Agri Max la arrastra fuera del agua con un movimiento lento pero constante. Una vez en seco, el Agri Max lleva el yate dentro de la nave para colocarla en los soportes donde pasará el invierno y donde se efectuarán los trabajos de mantenimiento anuales. Gracias a la potencia y a la agilidad del Agri Max, es posible guardar cualquier yate, uno al lado de la otra, incluso cuando la nave está llena de embarcaciones. Cuando llega el buen tiempo, las operaciones se efectúan en sentido inverso: los yates y las otras embarcaciones se colocan en el carro y el Agri Max, para evitar daños en el casco, se encarga de botarlos lentamente a lo largo de la rampa, dejando que el peso de la embarcación, mientras empieza a flotar, se desplace progresivamente del carro al agua, sin dañar partes delicadas, como las hélices, los timones y los árboles de transmisión. Un trabajo de fuerza, mucha fuerza, sabiamente dosificada, como solo un Agri Max sabe hacer.