La versatilidad de un telescópico: del cielo al desierto
La cualidad más apreciada de los elevadores telescópicos agrícolas es la versatilidad.
A su innata flexibilidad de uso, Dieci añade una serie de accesorios que les permite hacer las operaciones más dispares.
Por eso es común encontrar nuestros elevadores en los policultivos, donde por definición el trabajo es variado y cambiante, o en explotaciones agrícolas con características especiales.
Los casos que presentamos en este artículo se refieren precisamente a las explotaciones agrícolas especiales.
La primera de ellas realiza una agricultura singular, en un lugar donde las distancias son enormes y, en vez de tractores y vehículos terrestres para sembrar y fertilizar, se utilizan medios aéreos.
La segunda es un verdadero sueño hecho realidad: transformar el desierto en tierra fértil.
Del cielo al desierto: donde nuestro elevador telescópico Agri se hace indispensable
La agricultura aérea: el top dressing
Nueva Zelanda es un país de enorme y extraña belleza, donde la agricultura y la ganadería son la fuente tradicional de ingresos.
Vanguardista en muchos aspectos, fue escenario del primer experimento de agricultura aérea, allá por 1906, cuando el granjero John Chaytor utilizó un globo de aire caliente para sembrar altramuces en el terreno de su familia.
Precisamente en Nueva Zelanda, tras la Segunda Guerra Mundial, se desarrolló el abonado de superficie —en inglés top dressing, que consiste en la siembra y fertilización de los cultivos con medios aéreos.
Aprovechando la gran cantidad de bombarderos y aviones de transporte de la Real Fuerza Aérea de Nueva Zelanda, rezagos de la Segunda Guerra Mundial, los agricultores neozelandeses comenzaron a fertilizar sus tierras desde el aire.
Actualmente, en Nueva Zelanda hay 112 compañías que trabajan a diario en esta actividad, con una flota de más de 230 aviones de todo tipo.
Una de ellas, Southern Aviation, utiliza un Agri Max 75.10 como «tripulación de tierra» para reabastecer los aviones con semillas o fertilizantes.
Un Fletcher FU-24 (avión militar estadounidense modificado exitosamente para el uso agrícola) despega y aterriza en sucesión, del alba a la caída del sol, para apurar todas las horas de luz disponibles.
Estos aviones trabajan en distintas explotaciones, a menudo situadas a miles de kilómetros entre sí, por lo cual la velocidad de aprovisionamiento tiene una importancia vital. Igual que en la Fórmula 1, ¡cuenta hasta el último segundo!
La maniobra de carga con nuestro elevador Agri Max
Una vez aterrizado el avión, el piloto lo gira de inmediato y lo deja listo para despegar en cuanto haya sido cargado.
Nuestro Agri Max, transportando una tolva especial de vaciado rápido, se acerca al avión y, mediante el brazo extensible, la coloca sobre la escotilla de carga.
En tan solo unos pocos segundos, una tonelada de semillas o fertilizante pasa de la tolva al avión.
Cuando el Agri Max ya se encuentra a una distancia de seguridad, el avión vuelve a despegar y el telescópico llena la tolva para la próxima carga.
El procedimiento se realiza bajo rígidas normas de seguridad, porque un choque o un vertido de material podrían afectar a los mandos con graves consecuencias.
Un telescópico Agri a orillas del Nilo
El North State Project, financiado por Al Rajhi International Group, es un programa de desarrollo agrícola para la región de Al Ghaba, en el norte de Sudán.
El proyecto, junto con otros similares que están operando a lo largo del Nilo, tiene por objetivo un aumento de la producción, sobre todo de cereales y forraje, mediante la realización de una serie de infraestructuras como canalizaciones, bombas de extracción de agua del río y perforación de pozos profundos.
Las instalaciones, que miden decenas de kilómetros, son autosuficientes desde el punto de vista energético gracias a las plantas fotovoltaicas, y permiten realizar verdaderos oasis cultivados que destacan en el paisaje semidesértico.
Las cosechas se destinan a la alimentación de las poblaciones sudanesas y sauditas.
En este acuerdo de cooperación, Arabia Saudí tiene a su cargo la implementación de infraestructuras y tecnologías avanzadas, mientras que Sudán aporta las grandes extensiones de tierra y la mano de obra.
Los técnicos del proyecto han escogido un elevador telescópico de la línea Agri para ayudar a los agricultores a cultivar esta tierra arrancada al desierto.
El elevador Dieci se emplea en distintas tareas, como la recogida de forraje para uso de las poblaciones locales, que se ilustra en las fotos.
El telescópico Dieci se ha elegido por distintos motivos:
- es ideal para recorrer grandes distancias gracias a la transmisión Vario System EVO2 con cuatro modos de conducción (Automotive, Loader, Creeper y ECO),
- dispone de numerosos accesorios que lo hacen multifuncional,
- tiene una cabina climatizada, cómoda y segura que hace más llevaderas las largas jornadas a bordo.
La nueva cabina Giugiaro Design es muy apreciada por los agricultores que trabajan en condiciones extremas de frío, calor, polvo, ruido u otros factores adversos.
Además de la óptima climatización, incluye:
- joystick integrado en el apoyabrazos
- insonorización
- volante regulable en altura e inclinación
- elevalunas eléctricos
- compartimentos para objetos
- equipo estéreo
- parasoles
- asientos ergonómicos
- techos practicables
- puesto de conducción elevado de máxima visibilidad
- limpiaparabrisas de alta eficiencia
- dos retrovisores independientes