Si estás viajando por Sicilia y te encuentras en la zona donde la llanura de Catania toca la comarca de Enna, si son los primeros días de septiembre y llegas a Raddusa —cuyo nombre deriva del griego antiguo Rabdusa, que significa «tierra de vegetación abundante»—, pues bien: no te sorprendas.
No te sorprendas al ver la plaza del pueblo literalmente cubierta por una gruesa capa de espigas, casi medio metro de trigo recién cosechado. No te sorprendas al ver, en torno al trigo, a personas de todas las edades que festejan, aplauden o bailan al son de canciones tradicionales. No te sorprendas si, en un preciso momento, esas personas se apartan para dejar entrar a la plaza una yunta de caballos que se meten en el trigo y comienzan a girar al compás de la música, animados por los guiadores y por el público. No te sorprendas, porque significa que has llegado a Raddusa justo para la Fiesta del Trigo, en la cual se conmemora la pisada, el antiguo rito de la trilla. Una ceremonia muy significativa para los habitantes del pueblo; un rito que, como el cultivo del trigo en la zona, tiene raíces que se pierden en la historia. Aquí cultivaban cebada y trigo los sículos y los sicanos (antiguos habitantes de Sicilia) y continuaron en ello los griegos y cartagineses. Pero fueron los romanos quienes, tras conquistar Sicilia en torno al 240 antes de nuestra era, iniciaron el cultivo intensivo, haciendo de la zona y de la isla, en palabras de Catón, «el granero de Roma». No era una exageración: en aquel tiempo, Roma importaba nada menos que 300.000 toneladas de trigo al año, en su mayor parte proveniente de Sicilia. Una producción tan masiva que llegó a modificar el territorio, haciendo desaparecer los densos bosques que anteriormente lo cubrían.
Hoy, a tantos siglos de distancia, han cambiado los métodos de cultivo, de recogida, de almacenamiento y de transporte, pero, si vas a uno de los centros de recepción, podrás ver el fruto del trabajo de los campesinos brillar al sol en grandes cúmulos, dorados como el oro y como el pan. Por ello, la zona de Raddusa lleva aún el nombre de «granero de Sicilia». Una de estas estructuras de recepción es el CENTRO AGRARIO de Raddusa, al cual, en tiempos de cosecha, llegan miles de toneladas de trigo cultivado en la zona.
Para transportar el cereal de las explanadas a las naves, y de estas a los camiones que lo llevarán no solo a Roma sino a todo el mundo, el CENTRO AGRARIO de Raddusa se ha dotado de un Agri Plus 40.7 Evo2, adquirido a nuestro concesionario DLF de Caltanissetta. En la temporada de recepción se trabaja también por la noche, aprovechando las horas más frescas, para almacenar los granos en las naves del Centro Agrario. Gracias a la cuchara para materiales ligeros incluida de serie, el Agri Plus es capaz de manipular (con la máxima soltura y con 81 kW de potencia) grandes cantidades de cereal en cada carga, acortando radicalmente los tiempos de trabajo. En los días siguientes, el Agri Plus realizará la operación inversa, cargando los camiones que llevarán el producto a sus múltiples destinos.