La llanura entre Florencia, Prato y Pistoya es conocida en el mundo como “El jardín de Europa” por el gran número de viveros que, desde mediados del siglo pasado, caracterizan el paisaje de este rincón de Italia. Esta cuenca de origen fluvial, situada a los pies de los Apeninos que la protegen de las corrientes frías y orientada hacia el sur, goza de un microclima particularmente favorable. El origen aluvial del terreno (particularmente fértil y ligeramente arenoso, ideal para el desarrollo del sistema radicular de las plantas) y la abundancia de aguas subterráneas y superficiales, son la feliz herencia de una antigua cuenca de lago alimentado por los ríos Arno, Bisanzio, Ombrone y sus afluentes, que cubría antiguamente la llanura. La zona se conoce desde la antigüedad por la abundancia excepcional de fruta y verdura que gracias a las particulares condiciones locales se lograba cosechar incluso tres o cuatro veces al año. En 1859, la Facultad Agraria de Florencia empezó a cultivar en esta zona plantas de flor con fines experimentales, siguiendo el ejemplo de algunos cultivadores locales que ya habían pensado en aumentar sus ingresos con la producción de plantas ornamentales para las grandes villas florentinas. Poco a poco, al crecer la demanda, esta actividad se extendió por toda la llanura, hasta transformarla en un único gran vivero-jardín con miles de especies y variedades. Actualmente la producción de plantas ornamentales en el área pistoyesa representa un cuarto del total italiano, con más de 1400 empresas repartidas por una superficie de 5000 hectáreas aproximadamente, con personal altamente especializado y calificado que participa en la que se ha convertido en actividad tradicional de la zona, transmitida de generación en generación, pero que utiliza técnicas y materiales innovadores. Gracias a uno de nuestros distribuidores de la zona, FIL SERVICE de Montemurlo, hemos podido conocer una de estas empresas, los “VIVAI SOLDI” de Pistoya que dirige el Sr. Doriano Soldi. Desde hace más de sesenta años, los VIVAI SOLDI producen y comercializan plantas y flores ornamentales de alta calidad, con una gran variedad de especies de árboles y flores que se actualizan constantemente. Dirigir un vivero con este gran número de especies implica necesariamente trabajar sin descanso: el ciclo continuo de germinación, floración, plantación y envío de las especies con flores anula los periodos de pausa. Es fácil imaginar cuáles y cuántas son las necesidades de transporte en un vivero de este tipo: tiestos, sacos de fertilizante, tierra, bancadas de brotes, plantas y bulbos, con frecuencia en espacios estrechos y frágiles como son las naves industriales y los viveros repletos de tiestos y con un tráfico continuo de camiones por cargar y descargar. Para resolver los problemas de transporte, los VIVAI SOLDI se han equipado con un Mini Agri 25.6, el “minielevador” diseñado para satisfacer las exigencias de “trabajo en espacios reducidos”. Óptimo para trabajos de agricultura, es una máquina capaz de adaptarse a los espacios estrechos y difíciles como los de los viveros. Las amplias superficies acristaladas de la cabina (con homologación ROPS – FOPS) aseguran una óptima visibilidad para evitar los miles de obstáculos que puede haber en un vivero y las puertas de DCS (un innovador material compuesto ultraligero, realizado por el Centro de Investigación y Desarrollo de Dieci) reducen notablemente el peso de la máquina y la presión ejercida sobre el terreno, y aumentan el aislamiento acústico. Además, Mini Agri 25.6 se puede equipar con toda la gama de herramientas propuestas por la empresa: aparejos, ganchos de elevación, pinzas de distinto tipo, palas excavadoras y de transporte de materiales inertes, accesorios que aumentan la ya óptima versatilidad de la máquina y sus posibilidades de empleo, incluso en espacios tan particulares como los de un vivero. “Dadnos el pan, pero también las rosas” decían las palabras de una antigua canción. ¡Palabras que parecen haber sido enunciadas a medida para el Mini Agri de los Vivai Soldi!