Transformar y modernizar grandes obras urbanas, como los importantes nudos ferroviarios, requiere un trabajo optimizado, que respete los tiempos y maximice los resultados. Este aspecto adquiere todavía más importancia cuando los lugares donde hay que trabajar son difíciles, como galerías, túneles y áreas polvorientas. En estos casos, no solo hay que disponer de máquinas eficientes y resistentes, sino que también es importante que sean cómodas y seguras para el operador.
Gracias a sus características, como versatilidad, diseño, robustez y maniobrabilidad, los vehículos DIECI son la solución ideal para todo tipo de obras, como las emprendidas para construir la futura estación de Berna.
La futura estación de trenes de Berna: un importante proyecto urbanístico de la ciudad
En una sociedad en constante evolución, donde las distancias se acortan y la forma de vivir y trabajar cambia, algunos proyectos arquitectónicos realizados en el siglo pasado han quedado anticuados. Es el caso de la estación de Berna, construida en los años cincuenta, pensada para un tráfico diario de 16.000 usuarios cuando, hoy, supera los 60.000.
Para responder a estas nuevas necesidades, se lanzó el proyecto de la futura estación de trenes de Berna, “Zukunft Bahnhof Bern” en alemán, que prevé desdoblar la estación de manera que, por un lado, los trenes de larga distancia seguirán pasando por la superficie, mientras que los trenes de cercanías circularán por una nueva estación a 17 metros de profundidad.
El proyecto también prevé un paso subterráneo y un sistema de carriles de autobús y ciclopeatonales, lo que supondrá una profunda renovación de la estación de Berna destinada a convertirse en un nuevo centro intermodal.
En unas obras como estas, además de los imprevistos, como los fenómenos geológicos, el mayor desafío es el poco espacio disponible. Cada etapa de la construcción debe estar bien coordinada. En consecuencia, los requisitos de seguridad son muy estrictos.
Para realizar este gran proyecto urbanístico se han seleccionado varios vehículos DIECI, a saber:
- Las autohormigoneras, ideales para un uso duro e intensivo, también en espacios reducidos.
- Los dumpers, pequeños y compactos, perfectos para manipular materiales, incluso en el interior de los túneles.
- Los elevadores telescópicos giratorios Pegasus, diseñados para simplificar el trabajo en las obras, ya que se adaptan a las distintas fases de trabajo.
Estas máquinas han demostrado ser ideales para un proyecto como el de la estación de Berna gracias a su capacidad para trabajar de manera eficiente incluso en contextos atípicos, peligrosos y adversos. A la estructura resistente y robusta de las máquinas se le une la eficacia de los prefiltros autolimpiadores y, en el caso de los Pegasus, una cabina espaciosa, protegida y dotada de un sistema de climatización y filtración del aire, que garantizan comodidad y seguridad al operador durante el trabajo.
Por qué los dumpers DIECI
Los dumpers DIECI son ideales para trabajar en el interior de túneles subterráneos de dimensiones reducidas. Su capacidad de carga, que va de 7000 kg a 10.800 kg según el vehículo, permite transportar al exterior los materiales de desecho producidos por las máquinas perforadoras al excavar.
Estos vehículos, especialmente versátiles, resistentes, fáciles de manejar y ligeros, son ideales para cualquier tipo de obra, porque:
- Son autónomos durante la fase de carga de la caja gracias a su pala cargadora, que simplifica y agiliza el trabajo.
- Garantizan precisión y calidad de ejecución gracias al puesto de conducción reversible que permite cargar y descargar con una simple inversión de marcha.
Por qué las hormigoneras DIECI
En las obras de la estación de Berna, las autohormigoneras se encargan de alimentar los pulverizadores que recubren las paredes del túnel. La de la gama DIECI es la autohormigonera hidrostática italiana que alcanza una mayor potencia, produciendo 100 m3 de hormigón en tan solo 5 horas de funcionamiento.
Entre las principales características que distinguen a las autohormigoneras DIECI cabe señalar:
- Palas en espiral, que permiten obtener un producto más homogéneo y, en consecuencia, de mejor calidad, ya que se mezcla continuamente en todas sus secciones.
- La pala cargadora, que asegura la autonomía de trabajo incluso en ambientes difíciles.
- La cómoda cabina con puesto de conducción reversible, que garantiza una mayor maniobrabilidad también en espacios estrechos, como los túneles.
Por qué Pegasus 40.18 – 400°
Los elevadores telescópicos giratorios DIECI son la solución ideal para cualquier tipo de obra, ya que se adaptan a las diferentes fases de trabajo, gracias también a los muchos accesorios con los que se pueden equipar, como cestas, incluidas las cestas portamateriales, pinzas y cucharas mezcladoras.
Para la estación de Berna se eligió el elevador telescópico giratorio Pegasus 40.18 – 400°, en el que el brazo puede realizar una rotación no continua de 400°. En estas obras, se utiliza para levantar y transportar materiales pesados y poner en seguridad las obras, equipando las paredes con todo lo necesario para realizar los trabajos, como sistemas eléctricos, iluminación y conductos de ventilación.
Las ventajas de Pegasus 40.18 – 400° son:
- Digital telematic system (DTS), que permite monitorizar todos los testigos de funcionamiento de la máquina, incluso en modo remoto. Este sistema facilita el mantenimiento periódico y, en consecuencia, permite optimizar los costes y asegurar la máxima eficiencia del vehículo.
- Excelente precisión, garantizada por el avance lento mediante el pedal “INCHING” y el sistema de nivelación automática, que estabiliza el vehículo incluso en suelos irregulares.
- Control monopalanca que garantiza seguridad y un uso fácil e intuitivo.
- Reconocimiento automático del equipo, gracias al cual la máquina reconoce el equipo enganchado y se configura automáticamente.
- Elevadas características de eficiencia, como la capacidad máxima que alcanza los 4000 kg, la altura máxima de elevación de 18 metros y la potencia de 85,9 kW.
Los ferrocarriles suizos
Suiza siempre ha sido un país moderno e innovador, a pesar de su ubicación aparentemente cerrada, enclavada en los Alpes. La primera línea ferroviaria suiza se construyó en 1847 y se necesitaron tan solo 13 años para conectar los dos extremos del país. Los Ferrocarriles Federales Suizos nacieron oficialmente en 1901, cuando todas las compañías existentes, que disponían ya de una amplia red, se unificaron en una sola.
Gracias a la potencia, versatilidad y seguridad de los vehículos DIECI, hoy esta red de ferrocarriles está lista para iniciar su modernización y recibir aún a más visitantes de toda Europa.