Cómo dos elevadores telescópicos Agri manipulan 40 000 t de forraje al mes

En una de las mayores explotaciones ganaderas de Polonia, dos telescópicos Dieci trabajan 20 horas diarias para transportar cientos de toneladas de cereales. ¡Allí, la agilidad y el confort no son opcionales!

Agrocentrum  es el mayor productor polaco de leche y forraje para ganadería.

Para la manipulación de los cereales, Agrocentrum se ha dotado recientemente de dos elevadores telescópicos agrícolas Agri Plus 40.7 VS adquiridos a Agro-Rolnik Sp. z o.o. de Śniadowo, uno de los concesionarios Dieci en Polonia.

Agrocentrum fue fundada en 1992 con una producción de 300 t de cereales y forraje al mes, que hoy asciende a 40 000 t mensuales de forraje concentrado y premezclado de altísima calidad y a nada menos que 12 millones de litros de leche por año.

Este increíble crecimiento se debe también a la atención constante que Agrocentrum dedica a la innovación: en sus laboratorios se controlan las materias primas, que deben ser estrictamente de la más alta calidad, y se estudian nuevas mezclas alimenticias.
Día tras día, los camiones de la flota de Agrocentrum cruzan las puertas de las dos plantas, en Kałęczyn y Grajewo, para reabastecer los depósitos de materias primas y hacer entregas en toda Polonia.

Mover montañas de cereales, un trabajo para un elevador telescópico

Todo el año, durante 20 horas diarias, los elevadores telescópicos Dieci con cuchara cargadora acarrean cientos de toneladas de trigo, cebada, triticale, centeno, avena, maíz y colza de primera calidad, que se cargan en los silos y en los equipos de mezclado para la producción del forraje.


Cómo el confort de un elevador telescópico DIECI puede marcar la diferencia

Los operadores se declaran muy satisfechos del confort de nuestro telescópico Agri Plus 40.7. La zona nororiental de Polonia limita con las regiones bálticas y, cuando sopla el viento del norte —o sea, casi todos los días en invierno—, el sistema de climatización de los Agri Plus se hace querer.
Igualmente apreciadas, considerando las largas permanencias a bordo, son las demás características de la cabina que facilitan el trabajo:

  • el joystick integrado en el apoyabrazos,
  • la insonorización,
  • el volante regulable en altura e inclinación,
  • los elevalunas eléctricos,
  • los compartimentos para objetos,
  • el equipo estéreo para aligerar las horas,
  • el asiento ergonómico,
  • los parasoles y el techo practicable para el corto pero ardiente verano polaco,
  • el puesto de conducción elevado con óptima visibilidad,
  • los limpiaparabrisas de alta eficiencia
  • y los dos retrovisores independientes.

También han sabido apreciar la facilidad de uso de este elevador telescópico dotado de pala cargadora, especialmente para trabajar con ensilados en la modalidad creeper, y la velocidad y precisión del brazo incluso con grandes esfuerzos y el motor a bajo régimen.

La planta de Grajewo se encuentra en fase de expansión, que prevé la instalación de nuevas líneas de producción para ampliar la oferta con nuevas referencias aún en fase de estudio. Todo hace pensar que, a los dos Agri Plus de la empresa, pronto llegarán a hacerles compañía otras máquinas de la nueva Gama Agrícola Dieci.


DIECI en el mundo: Agri Plus en la Tierra de los mil lagos

La versatilidad de las máquinas Dieci se aprecia también, de una manera más poética y colorida, marcando en un mapa los lugares donde trabajan nuestros elevadores telescópicos, en condiciones y contextos a menudo muy distintos. En este caso, se trata de la Polonia nororiental, más precisamente del voivodato de Varmia y Masuria, una de las dieciséis regiones históricas que componen el país. La zona recibe también los sugestivos nombres de «Tierra de los mil lagos» y «Pulmón verde de Polonia» por los más de dos mil espejos de agua —conectados entre sí por canales navegables— y por los bosques antiguos y densos que la tapizan.

Polonia es una tierra que atesora antiguas civilizaciones sin dejar de pensar en el futuro. Esta tendencia natural a renovarse y a innovar se expresa también en la agricultura, uno de los pilares de la economía polaca. Tras un periodo de estancamiento que duró hasta los años 90, la entrada en Europa (con la consiguiente modernización de técnicas y maquinaria) ha propiciado una reactivación del sector, sobre todo en lo que respecta a la ganadería.