En este momento de grandes cambios, tanto económicos como sociales, hemos querido hablar con nuestro consejero delegado, Ciro Correggi, para saber cómo se está moviendo el mercado y conocer cuáles son los desafíos que Dieci deberá afrontar en los próximos años.
Su aventura con Dieci srl empezó en 1997, ¿qué le empujó a comprar esta empresa?
Sí, junto a la familia Manghi, compramos F.lli Dieci, que más tarde pasó a llamarse Dieci, el 1 de septiembre de 1997. Hacía ya algunos meses que se hablaba de nuestra intervención en esta operación.
En los años ochenta, F.lli Dieci era conocida en toda Italia, patrocinaba el equipo de fútbol del Cesena en la Serie A y hacia publicidad en la Fórmula 1, era una empresa que cuidaba mucho su imagen.
Cuando dijimos sí, la empresa contaba con 48 empleados de los cuales tan solo 14 se dedicaban a la producción. Tuvimos que crear un equipo nuevo y, poco a poco, volvimos a ser una empresa no solo de ámbito italiano, sino internacional; actualmente, en Dieci trabajan alrededor de quinientas personas distribuidas por todo el mundo.
Podemos afirmar tranquilamente que fue una operación exitosa.
En su opinión, ¿cuáles han sido los puntos fuertes que han facilitado el crecimiento?
El producto. Los elevadores telescópicos son máquinas excepcionales, muy demandadas por el mercado. Tras adquirir la empresa, tuvimos que trabajar muy duro para recuperar el tiempo perdido: renovamos toda la gama, proponiendo modelos competitivos que respondían a lo que pedía el mercado.
Disponiendo de un producto excelente, participamos en todas las ferias posibles, creamos una red comercial y abrimos tres filiales comerciales en Inglaterra, Francia y Alemania.
Hoy, el 85 % de nuestro volumen de ventas proviene del extranjero. Es un resultado extraordinario que hemos logrado gracias a un trabajo constante: estamos presentes en toda Europa, Estados Unidos, Canadá, Medio Oriente, Sudáfrica, Australia, Sudamérica y Rusia.
¿Y para el futuro? ¿Cuáles son los assets en los que apostar para seguir creciendo?
Con independencia de la pandemia, hace ya algunos años que las ferias han perdido su appeal. Fueron muy útiles y, sin duda alguna, seguiremos asistiendo a ellas, pero ya no garantizan el retorno económico de los primeros años.
Sin embargo, en mi opinión, las personas siguen siendo el factor clave que marca la diferencia: ¡el cliente desea hablar con una persona!
Un enfoque interesante, que ha dado excelentes resultados, ha consistido en invitar a los potenciales clientes a visitarnos: cuando ven el producto, la empresa y hablan con nuestros responsables, logramos vencer cualquier reticencia. Antes de la pandemia, llegaban visitantes cada semana; esperamos que pronto se pueda volver a viajar y a encontrarnos de forma segura.
Hablemos de los sectores. La construcción y la agricultura siempre han sido los sectores motores. ¿Cuál es la situación?
La agricultura es un sector muy estable. Pero también en él, las cosas están cambiando: las pequeñas empresas agrícolas familiares están desapareciendo.
Cada vez más interactuamos con grandes empresarios al frente de empresas enormes que requieren máquinas cada vez más grandes, de todo tipo y para todos los “gustos”.
Hay empresas, por ejemplo, con miles de cabezas de ganado que producen muchas ruedas de queso todos los días. Estas empresas emplean diferentes máquinas y, al mismo tiempo, las pueden usar al máximo de su potencial, precisamente debido a la gran cantidad de trabajo que realizan.
En cambio, el sector de la construcción no es tan estable. Solo hay que recordar lo que sucedió en 2009 [ndr: de 2009 a 2017, tras la crisis financiera de 2008, en Italia, el sector de la construcción perdió unos quinientos mil puestos de trabajo y, en Europa, 3,4 millones]. Sin embargo, en épocas de bonanza, es un sector importante, que puede absorber un gran número de máquinas.
Por lo que se refiere a las máquinas y sus características, ¿cuál es la diferencia entre estos dos sectores?
Quienes trabajan en la agricultura pasan muchas horas en la máquina todos los días; por lo tanto, es indispensable que sean muy confortables.
Para satisfacer esta necesidad, hemos creado la cabina Giugiaro Design diseñada para garantizar el bienestar y comodidad de los usuarios [ndr: entre las muchas soluciones de esta cabina cabe destacar: más espacio para las piernas, excelente aislamiento térmico y acústico, asiento calefactable, sistema de amortiguación de toda la cabina y sistema de climatización que optimiza la distribución del aire].
En el sector de la construcción, sin embargo, las necesidades de los operadores son diferentes: el vehículo es utilizado por varias personas y, básicamente, se busca seguridad, facilidad de uso y fiabilidad.
¿Cree que hay otros sectores que podrían ser importantes para el desarrollo de Dieci?
Una infinidad, muchos de los cuales todavía no conocemos bien y deberemos estudiarlos, como, por ejemplo, la minería.
El elevador telescópico es una máquina multifuncional que se puede utilizar en diferentes actividades; por lo tanto, todavía hay varios sectores donde podemos crecer mucho.
Volvamos a los puntos fuertes de nuestro producto, ¿qué nos diferencia de la competencia?
Nuestro punto fuerte es la gama (muy completa) y la calidad: mejores componentes en absoluto. Nuestras máquinas están hechas con lo mejor que ofrece el mercado.
Nuestra capacidad de diseñar y fabricar está garantizada por un equipo de personas capaces y competentes: una empresa fundada en 1963 cuenta con una historia y una experiencia fuera de lo común.
Calidad, investigación, ecosostenibilidad y atención al cliente son otros factores de éxito a los que prestamos mucha atención: motores conformes con la normativa anticontaminación, sistemas de seguridad avanzados, rapidez y profesionalidad del servicio de asistencia.
Entre los puntos fuertes ha señalado la investigación, ¿hacia dónde avanza?
Siempre hacia la gama. Hacer crecer la gama significa cubrir las necesidades de un público cada vez más amplio. Por ejemplo, para países como Italia, con centros históricos antiguos, es importante disponer también de modelos de dimensiones reducidas. En este momento, estamos produciendo un elevador telescopio de tan solo un metro y medio de ancho, muy ágil y compacto.
Todo ello sin olvidar nunca la seguridad. Gracias a la electrónica, estas máquinas son cada vez más seguras para los usuarios. En este ámbito, la investigación no acaba nunca.
Damos las gracias al Sr. Correggi por dedicarnos su tiempo y concluimos retomando una frase que nos ha impresionado: son las personas las que marcan la diferencia. En la era de la tecnología y de la inteligencia artificial, este sigue siendo un factor clave para el éxito de una empresa y la satisfacción del cliente. Nosotros creemos en ello y, por lo tanto: ¡lo decimos, lo escribimos y lo hacemos!
Somos el esfuerzo que hacemos
Nuestros ingenieros, diseñadores y expertos siempre están preparados para apoyar a los clientes y buscar juntos la mejor solución tecnológica en cuanto a productividad, fiabilidad, sostenibilidad y costes.
